El concurso Agmandiel ha sido instituido para motivar no solo la creatividad y habilidades de los jóvenes escritores del Quindío sino también para promover el patrimonio cultural y literario de esa región y del país. El concurso Agmandiel busca inspirar y traer una voz de aliento a nuestros jóvenes así como justo reconocimiento a nuestros escritores. El concurso es un esfuerzo conjunto: el patrocinio, la coordinación y la colaboración desinteresada de personas como Maggie Wallace, Gloria Chavez Vasquez, Maria Elena Osorio, Carlos Castrillón, Martha Lucia Usaquén Ramos, Isabel Cristina Salazar y Maria Janeth Cardenas, de prestigiosas instituciones culturales y educativas como ediciones White Owl Editions, el Museo Quimbaya, la Universidad del Quindío y la Librería el Quijote. En un gesto de solidaridad con la juventud quindiana, el mencionado grupo decidió organizar este concurso en el verano del 2003. Deseábamos legar a las futuras generaciones algo más trascendente que el historial de vicio y violencia en que la ignorancia ha sumido a nuestro país. Nuestro mensaje es y será siempre que la paz es más factible en un pueblo que respeta su cultura. Que la cultura es la base de la educación y la educación es garantía de la ética moral y la espiritualidad en una sociedad que se jacte de civilizada. Con este propósito y desde esta perspectiva no cabe duda que el concurso Agmandiel continuara creciendo en importancia y beneficiando a gran numero de adolescentes quindianos con vocación literaria. Por muchos años la literatura en el Quindío ha sido limitada al ejercicio independiente de unos pocos intelectuales que han visto sus obras publicadas gracias solo a su esfuerzo personal y al tesón individual y ocasionalmente al padrinazgo de algún mecenas esporádico. Sin embargo esta generación de intelectuales quindianos que representa o promueve con orgullo ya desde el exilio voluntario o desde su tierra la literatura regional pretende cultivar un recurso nacional desaprovechado hasta ahora. Estamos de acuerdo en que si se le diera la misma importancia apoyo económico y escenario a la literatura que se le concede a los campeonatos de futbol o a los concursos de belleza, el nuestro seria un país con más figuras intelectuales y menor seria el número de disidentes o violentos. Las personas responsables del concurso Agmandiel, hacemos voto para que esta congregación anual continúe por muchos años por venir y que los jóvenes que aquí participen a su vez continúen alentando a las nuevas generaciones a superarse y con ellos a sus conciudadanos. Es nuestro deseo y contribución a la cultura y a la paz que tanto necesita nuestro país.